Carros plegables pesados
Anoche fue el día de diversión familiar en la aventura. Es como caminar en el bosque pero era una excursión escolar llamada senderismo que hicimos y luego almorzamos al finalizar. Me encantaban los yoyós y los hula hoops, siempre intentando evitar que me golpearan los tobillos o la cara, pero cuando me veía obligado a competir con otros, inevitablemente el movimiento giratorio se salía de control. Mi mamá trajo comida deliciosa y bebidas refrescantes para todos en nuestro grupo y las disfrutamos durante todo el día. Su cuidadosa preparación quedó en evidencia entre los papeles de regalo rasgados que cubrían paquetes de soldaditos de plástico recién comprados, esparcidos después sobre las sillas de jardín.
Todavía queda mucho trabajo por hacer si eso no hubiera sido guardado correctamente, murmuró entre sorbos de root-beer, sonriendo mientras aún disfrutaba de limones rellenos de agua con sandía con forma de corazón servidos directamente sobre hielo sin derramar nada. Mientras caminábamos, vi pasar a un hombre con algo súper genial. Él tenía un carro pesado plegable lleno de todas sus cosas, pero no era nada que no pudiera manejar.
